Esta es una receta del recuerdo....de esas que no hay indicaciones de gramos, ni ningún tipo de cantidades así que vamos a pensar que vamos a cocinar para cuatro personas e iré diciendo lo que, según mi memoria, hay que ir haciendo. Mi tía Montserrat cocinaba muy bien, recuerdo las comidas con toda la familia...terminando siempre con roscones de levadura y de nata de la pastelería Collboni -en Palamós-....pero bien grandes y comiendo con cava desde el principio hasta el final, como en todas las buenas mesas catalanas. Bueno, a los pequeños no nos dejaban beber aunque algún sorbito caía. Si a mi tía le salían bien, mi madre -que aprendió de ella- los bordaba y decía que el secreto estaba en sofreír bien la cebolla. Yo solo lo intento..jejejej
Vamos allá con la receta:
Ingredientes:
400 grs de macarrones
1 cebolla grande picada en brunoisse
3 tomates grandes maduros sin piel y picados
1 lata de foiegras -si pudiera ser MINA, mejor-
aceite, sal y pimienta
Preparación: En una cazuela con agua hirviendo se ponen a cocer los macarrones el tiempo que indique el envase.
En otra cazuela grande se pone un buen chorretón de aceite y se sofríe lentamente la cebolla, cuando empiece a estar dorada -en ese punto de que un poco más y se quema- se añaden los tomates picados y se van aplastando mientras que se fríe todo a fuego lento.
Cuando ya esté frito se añade el foiegras y se va dando vueltas hasta que se deshaga. Se salpimenta y se reserva hasta que los macarrones estén cocidos y bien escurridos. Entonces se añaden al sofrito y se van revolviendo para que vayan cogiendo sabor, se unifique el conjunto y listo para comer.
Notas: Ésta es una forma más de hacer pasta, el secreto está en el punto de sofreír la cebolla y no importa si echas más de una cebolla....el plato te lo agradecerá, seguro.
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MUCHAS GRACIAS POR ESTAR AHÍ, EL LLEGAR HASTA AQUÍ PARECE SER UNA PROEZA.